Más sobre nosotros
¿Por qué elegir Pequeño Taller?
Vocación de excelencia educativa
Nuestra vocación de excelencia se refleja en cada aspecto de nuestro programa educativo, desde la planificación de actividades estimulantes hasta la atención individualizada de cada niño.
Ambiente cálido y amoroso
Nos esforzamos por crear un entorno acogedor donde los niños se sientan seguros, valorados y amados. Nuestro objetivo es proporcionarles un segundo hogar donde puedan florecer y desarrollarse plenamente.
Enfoque basado en el juego y la exploración
Reconocemos que los niños aprenden mejor cuando están activamente comprometidos en actividades lúdicas y significativas. Nuestro enfoque se basa en fomentar la curiosidad, la creatividad y la imaginación de los niños, permitiéndoles explorar el mundo que les rodea de manera divertida y enriquecedora.
Colaboración con las familias
Valoramos la colaboración estrecha con las familias y consideramos que es fundamental para el desarrollo de los niños. Nuestra vocación es establecer una relación de confianza y comunicación abierta con las familias.
Historia sobre Pequeño Taller
La historia de “Pequeño Taller” comenzó con la convicción de que educar a los niños es el mejor trabajo del mundo, una vocación que trasciende los límites de una simple profesión.
La idea surgió de la profunda creencia en el poder transformador de la educación temprana. Estas apasionados educadoras están muy conscientes de que los primeros años de vida de un niño son cruciales para su desarrollo y crecimiento. Teniendo presente esto, se propusieron crear un espacio acogedor y enriquecedor donde los niños pudieran florecer y descubrir su potencial único y así poder realizar lo que aman.
Con una sólida formación pedagógica y una vocación innata, el equipo fundador de “Pequeño Taller” se embarcó en un viaje para crear un jardín infantil que fuera mucho más que un lugar para cuidar a los niños. Su visión era crear un espacio donde cada niño se sintiera amado, valorado y respetado, donde pudieran aprender a través del juego, la exploración y la interacción con otros niños.
Desde el primer día, “Pequeño Taller” se convirtió en un hogar para los niños y sus familias. La atención personalizada se hizo evidente en cada sonrisa, en cada abrazo cálido y en cada momento compartido. Fue a través de su dedicación y compromiso que los niños comenzaron a crecer y desarrollarse, dejando huellas imborrables en el corazón de aquellos que los educaban.
En “Pequeño Taller”, se aprecia y celebra cada logro, cada paso hacia adelante que los niños dan en su camino de aprendizaje. Las educadoras se sienten privilegiadas al ser testigos de cómo los niños descubren el mundo, cómo sus ojos se iluminan con asombro y cómo su amor incondicional los envuelve en cada momento compartido.
La vocación de las educadoras de “Pequeño Taller” se renueva cada día, impulsada por el amor y la pasión por la educación infantil. Saben que están formando los cimientos de futuros ciudadanos del mundo, sembrando valores, conocimientos y habilidades que ayudarán a los niños a enfrentar los desafíos de la vida.
En “Pequeño Taller”, la vocación de educar se entrelaza con el amor, la dedicación y el compromiso de un equipo de educadores excepcionales que se esfuerzan por hacer de cada día una experiencia inolvidable para los niños y sus familias.